Ahora que comenzamos a oler a playa, te contamos cómo proteger tu piel y, a la vez, prolongar la duración de tu bronceado hasta pasada la temporada estival.
Has probado todas las cremas y aceites solares del mercado, y, reconócelo, has hecho auténticas locuras con tu piel que no vas a volver a repetir, ¿verdad? Porque protegerse la piel es un tema muy serio, y está por encima de cualquier cuestión estética. Así que te contamos cómo prolongar el bronceado siempre de manera sana.
Prepara tu piel desde dentro
Para preparar tu piel para el sol, es muy recomendable que vayas haciendo acopio de vitaminas y minerales. Recurre a alimentos como la zanahoria, el tomate, las espinacas, la calabaza, el melón o el melocotón.
Estas frutas y verduras favorecen la producción de melanina, el pigmento que da color a nuestra piel y que la protege de la radiación ultravioleta.
Las vitaminas E (brócoli y nueces), B (huevos) y magnesio (legumbres) también son muy recomendables para conseguir todos esos elementos que te ayudarán a proteger tu piel desde dentro.
Prepara tu piel
Antes de lanzarte a tomar el sol, y para prolongar el moreno, es importante que tu piel esté preparada entes de ser expuesta a los rayos UV. Para ello, aplícate crema hidratante y exfóliala de vez en cuando con productos recomendados a tal fin.
El protector solar sí broncea
Desmontemos el mito ya: la protección solar no impide que nos bronceemos. De hecho, al prevenir las quemaduras solares tras las que nuestra piel se descama, nos aseguramos de que nuestra piel conserve el moreno durante más tiempo. Bonus: puedes buscar un protector solar con acelerador del bronceado, que además estimula la producción de melanina.
Y por último, pero no menos importante, elige un protector reef friendly: esto es, que no contamine el mar ni dañe la vida marina.