Te pones tu prenda favorita, te vas al trabajo a por todas y, a media mañana te das cuenta de que parece que ha nevado en tus hombros, ¿te suena? Es normal, una parte importante de la población tiene problemas con la caspa. ¿La parte buena? Que te vamos a enseñar a decirle adiós a la caspa.
¿De dónde sale?
Aunque, antes de nada, hay que saber de dónde sale la caspa y por qué se produce. Porque, si queremos combatir algo de forma eficaz, hay que conocerlo. ¿Dónde se produce la caspa? En nuestro cuero cabelludo, sobre todo en la «raya» que separa los dos lados de nuestra cabeza.
¿Por qué se produce? Eso tiene un poco más de miga, pero las razones principales son dos. O bien porque nuestro cuero cabelludo genera más grasa de la que debería o porque está más seco de lo que debería. En cualquiera de los casos, tiene una fácil solución.
Es hora de decirle adiós a la caspa
Lo primero a lo que deberíamos recurrir al darnos cuenta de que tenemos caspa es, sin duda, a un champú específico para combatirla. Si el problema no es muy serio, con emplear el champú en nuestras duchas durante el tiempo recomendado y no maltratar mucho el pelo, debería ser suficiente.
Estos champús serán ayuda suficiente para hidratar nuestro cuero cabelludo o librarnos de ese exceso de grasa que nos causa la caspa. Aunque claro, siempre que se trate de un caso leve.
Ayuda extra
Si nuestro problema es un poco más persistente o simplemente notamos que esos champús no tienen efecto en nosotros, hay que pasar a medidas un poco más completas. Lo ideal sería seguir empleando el champú anti-caspa mientras usamos estas otras medidas, pero no es obligatorio.
Por un lado, aplicarnos aceite de coco en el pelo tras una ducha puede ser justo lo que necesitamos. Además, de hidratar nuestro pelo y evitar su sequedad, tiene muchos otros beneficios que podemos aprovechar. Si lo acompañamos de aloe vera, será aún más efectivo a la hora de eliminar la caspa y mantener un cuero cabelludo sano.
Si nada funciona, toca acudir al médico
Con estos remedios, debería ser suficiente para decirle adiós a la caspa. Ya que tendremos nuestro cuero cabelludo hidratado, libre de grasa y protegido de la sequedad. Sin embargo, siempre es posible que la caspa no quiera dejarnos en paz.
En este punto lo ideal sería acudir a un dermatólogo y comprobar, aunque sea por si acaso, que todo está bien en nuestra salud capilar. De forma adicional, puede que nos recomiende un antiinflamatorio o un tratamiento algo más «serio» para librarnos del problema.
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