Tener un pelo limpio, reluciente y cuidado está entre las prioridades de muchas personas. Y no es para menos, ya que nuestro pelo es una parte importante de la imagen que damos. Aunque, a veces, buscando esa «perfección» cometemos errores por el camino. Uno de los más frecuentes es lavarte el pelo a diario. Que, lejos de ser algo beneficioso, termina perjudicando tu salud capilar.
Lavarte el pelo a diario es perjudicial para tu cabello
Aunque ojo, esto tampoco significa dejar de lavarnos el pelo por completo, ya que también es algo muy negativo. Pero, ¿por qué lavarte el pelo a diario puede dañar tu querida melena? Por el sebo, que, aunque suene a todo menos bonito, se trata de una sustancia clave para el cuidado del pelo.
Ya que esta sustancia aporta muchos beneficios a nuestro cabello. Entre los que se incluye la hidratación e incluso la protección del pelo frente a factores externos. Al lavar el pelo con mucha frecuencia lo que se consigue es eliminar esta sustancia, perdiendo así estos beneficios.
El champú, la otra gran variable
También tiene mucho que ver con este aspecto la cantidad de champú que se emplee. Ya que las personas con el cabello especialmente graso, o fino necesitarán usar algo más de champú a la hora de lavarse el pelo para conseguir un pelo limpio y saludable. Sin embargo, lo recomendable es usar la menor cantidad posible
Soluciones alternativas
Por otro lado, siempre podemos usar alternativas como el champú sólido para ayudarnos en ese aspecto. Otras soluciones un tanto más «alternativas» es usar un huevo batido y agua templada para lavarte el pelo, método que, aunque suene extraño, te dejará una melena limpia, suave y reluciente.
El uso de arcilla como sustituto del champú también es una opción muy socorrida, ya que, además de hacer las veces de champú, también produce un efecto similar al del acondicionador. Además, si añadimos limón a nuestro tratamiento capilar, conseguirás no solo librarte de la caspa por su efecto anti-bacteriano, sino también ayudará a hacer que tu pelo brille más.
Imágenes: Pixabay y Unsplash