Si te acabas de teñir el pelo de ese color tan espectacular, lo último que querrás ahora es que se vaya, ¿verdad? Por suerte, existen multitud de cosas que puedes hacer para evitar que tu pelo sufra más de lo que debería. De modo que no dudes ni un segundo y protege tu pelo teñido con estos consejos.
Tres días sin champú
Aunque pueda parecer mentira, lavarte el pelo con champú durante los tres días después de teñirte el pelo puede ser terrible para tu melena. Y es que para conseguir que el color se quede en el pelo es necesario abrir la cutícula del mismo.
Lo que se traduce en una pérdida temporal de protección. Dejando nuestro pelo a merced de los elementos. Por eso mismo, si nos lavamos con champú antes de darle tiempo a volver a su estado natural, haremos más mal que bien, y podemos perder una buena parte del color.
Adiós a los sulfatos
Y no solo a la hora de proteger tu pelo recién teñido. Y vale, tu champú dejará de hacer tanta espuma, pero tu melena lo agradecerá. Porque los productos para el pelo que llevan este tipo de ingredientes eliminan una parte importante de su hidratación y aceites naturales.
Algo que no viene nada bien a la hora de conservar el color del tinte en tu pelo. Dejándonos como resultado una pérdida de intensidad del color en poco tiempo.
No te laves tanto el pelo
Si ya de por sí lavarse la cabeza a diario no es buena idea si tenemos en mente mantener un pelo hidratado y en perfectas condiciones, menos aún cuando cambiamos su color. Pero, ¿cuánto es lo recomendable?
Pues, según la mayoría de personas con el pelo teñido, entre dos y tres veces a la semana. Más de eso lo que va a conseguir es que el color se vaya mucho más rápido de lo que debería. Aunque eso no quita que puedas usar cosas como el champú sólido para limpiar tu pelo de forma seca.
Mejor con agua fría
Vale, ha quedado claro que cuanto menos agua, más se protege tu pelo teñido. Pero además, si queremos sacarle el máximo partido a cada visita a la peluquería, deberemos hacer un sacrificio más, el agua caliente. Aunque ojo, tampoco hay que darse baños de hielo.
Lo ideal sería comenzar con agua templada mientras nos lavamos la cabeza. Una vez hemos terminado, es el turno del agua fría. Pero fría, no helada, tampoco hace falta sufrir de más. Esta última «pasada» ayudará a que nuestro pelo se «proteja» cerrándose, evitando así la pérdida de color.
No abuses de las planchas
Sí, un pelo «liso liso» es lo más, pero tampoco conviene abusar. Ni de las planchas ni del secador, de hecho. Porque tanto calor en tu pelo tendrá un efecto secundario no deseado. Sí, lo has adivinado, el color de tu pelo comenzará a perder fuerza antes.
Y si encima puedes evitar usar estos aparatos durante la primera semana después de teñirte el pelo, mejor aún. Ya que, del mismo modo que con el champú, ese es el periodo en el que más débil está el pelo.
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