Si tú también le hablas a tu animal de compañía, lejos de ser un signo de inmadurez, podría ser síntoma de inteligencia.
Si le hablas a tu animal de compañía como si pudiera entenderte, puede que seas más inteligente de lo que pensabas.
Si tienes un perro, un gato, un conejo, un pájaro, un cerdo vietnamita o un novio, seguro que en más de una ocasión te has sorprendido hablándole con voz dulce como si te escuchase y te entendiese. No pasa nada. No quiere decir que seas infantil o que te hayas convertido en la vieja de los gatos de Los Simpsons, sino que estas acciones podría denotar más inteligencia de la que crees que tienes, según este artículo de The Atlantic.
Antroporfismo, signo de inteligencia
El antropomorfismo (la atribución de cualidades humanas a algo que no es humano) podría ser en realidad síntoma de una mayor capacidad intelectual, ya que se trata de una tendencia natural, única en el ser humano.
Pero no solo nos pasa con los animales porque, ¿quién no ha increpado alguna vez a su ordenador, aún sabiendo que el aparato ni escuchaba ni mucho menos entendía, por mucha inteligencia artificial que tenga? En resumidas cuentas, las personas presuponemos una mente en el animal u objeto que tenemos delante, y le hablamos, en un ejercicio de abstracción e imaginación.
Hablar con un animal, gesto natural
Hablar con los animales, o incluso con objetos, es un gesto innato en el ser humano que todos en algún momento de nuestra vida hemos experimentado, aunque algunas personas lo tengan más desarrollado que otras. Sin embargo, hay ciertos factores que pueden predisponernos al antropomorfismo.
Algunos de estos factores por ejemplo son experimentar soledad y buscar un punto de apoyo, como haríamos con un amigo. No en vano el perro, e incluiríamos al gato, es el mejor amigo del hombre, ¿verdad?