Llevar leggins no es nada fácil si quieres ir a la última, pero es posible. Y es que llevar un estilazo e ir cómoda no son incompatibles (o al menos no del todo). Por eso mismo te dejamos algunos tips para que lleves tus outfits al siguiente nivel sin renunciar a la comodidad de los leggins.
Minimalismo simple
Si no quieres romperte la cabeza, no lo hagas, tira de clásicos. No hay nada mejor que las cosas simples que encajan bien. Y siendo los leggins una prenda tan versátil, no es difícil encontrarle compañeros. ¿Nuestros favoritos? Una camiseta blanca, una cazadora de cuero y tus zapatillas favoritas.
Pero, por supuesto, hay miles de combinaciones posibles. Con una bomber, con camisas oversize e incluso con tus chaquetas de entretiempo favoritas. La clave está en darle más protagonismo y color a la parte superior del conjunto y que llevar leggins sea únicamente «accesorio».
Céntrate en el calzado
A la hora de crear looks con leggins es importantísimo saber qué calzado nos vamos a poner. Porque, con una parte inferior tan «normal» el resto del outfit se hace notar mucho más. De forma que olvídate de coger «lo primero que pilles» y dedícale unos minutos a planear lo que te vas a poner.
Las zapatillas más casuales son siempre un acierto, pero si quieres algo un poco más formal, las botas mosqueteras siempre quedan ideales con los leggins. No podemos dejarnos las bailarinas o, si no puedes vivir sin tacones, unos zapatos de tacón discretos y sin mucha elevación.
Deberías huir, eso sí, de sandalias abiertas, chanclas o zapatos más formales. Ya que lo único que conseguirás es romper «la temática» de tu estilo ese día.
Juega con el largo
Por suerte, los leggins han ido evolucionando con el tiempo, y hoy en día los tenemos disponibles de todos los colores, tejidos y largos. Lo que nos abre muchas puertas. Desde los tradicionales leggins que llegan hasta el tobillo a unos estilo short hay mucho terreno donde elegir.
Lo ideal sería ir probando diferentes estilos para ver con cuál te sientes más a gusto y cuáles te gustan más, claro. Pero ya te avanzamos que los verdaderos reyes son los clásicos y los «piratas» recortados a media pierna. No solo son los más fáciles de combinar, si no también los más fáciles de encontrar.
Cuidado con los estampados
Sí, los leggins «de galaxia» o con estampados animales pueden parecer una buena idea. Pero son un horror a la combinarlos con otras prendas. Con esto no te queremos decir que tires esos leggins que te compraste y tanto te gustan, si no que, de ahora en adelante, deberías ceñirte a algo más fácil de combinar.
Para eso, y como te podrás imaginar, lo mejor son los blancos y los negros (sí, sin dibujos). Pegan con prácticamente todo y además dejan una silueta increíble.
Imagen de portada: Unsplash