En este artículo no te vamos a aconsejar que bebas suficiente agua. Hoy vamos a dejar de lado los típicos consejos que al final de día todas nos sabemos de memoria, y nos vamos a centrar en aspectos que menos gente conoce, pero que en realidad son esenciales a la hora de cuidar la piel de nuestro rostro.
Te dejamos 10 errores que cometes a la hora de cuidar de tu piel y qué hacer de manera que tu piel quede hidratada y libre de imperfecciones.
1. Utiliza tu tónico sin algodones
Uno de los errores más extendidos en cuanto al cuidado de la cara es utilizar algodones para aplicar el tónico. Cierto es que ver cómo la suciedad se queda en el algodón es como una especie de «placer culpable» para la mayoría de nosotras; pensamos que es una segunda forma de limpiar mejor nuestro rostro, tras lavárnoslo con agua. Esto no es así.
Lo que en realidad deberías hacer es aplicar un chorro de tónico sobre la palma de la mano y utilizar las yemas de los dedos para recogerlo. Luego, con el producto en los dedos, aplícalo sobre la cara presionando suavemente.
No masajees y tampoco frotes. Simplemente presiona el rostro con las palmas de las manos, y conseguirás sacar el potencial completo del tónico: notarás cómo tu rostro obtiene ese brillo sano que tanto nos gusta.
Otro buena idea es utilizar un tónico en spray. Así será incluso más fácil aplicarlo y terminarás en un segundo.
2. Que no se te olvide ninguna zona de la cara
Ya puedes comprarte las mejores cremas en el mercado, que si no los utilizas de forma correcta no te van a funcionar bien. A la hora de lavarnos la cara con nuestros productos limpiadores, tendemos a frotar siempre las mismas zonas de la cara: un punto en concreto en las mejillas, la parte de abajo de la frente, y así.
El problema de esta «limpieza inconsciente» es que siempre terminamos limpiando las mismas zonas. Esto no suena tan mal hasta que te das cuenta de que significa que hay zonas que siempre quedan sucias. ¿A que ahora ya parece algo más grave?
Es importante que empecemos a prestar mayor atención a las «micro-zonas» del rostro que normalmente ignoramos, como la línea de la mandíbula o detrás de las orejas. Notarás que, al prestar atención a cada recoveco de tu cara, rápidamente gozarás de una piel suave y libre de imperfecciones.
3. Atención a tu higene
Un aspecto muy importante para el cuidado de la cara es el entorno en el que nos encontramos. Esto avala sobre el momento de estar durmiendo: pasamos aproximadamente 8 horas con la cara posada en un cojín.
Tiempo más que suficiente para que las bacterias invadan nuestro rostro. En otras palabras: lava tus sábanas a menudo. Si tus sábanas no están limpias, tu rostro tampoco lo podrá estar.
Otro consejo importante, y este sí que realmente todo el mundo lo pasa por alto: limpia la pantalla de tu teléfono móvil. Pasamos pegados a ellos gran parte del día, y durante una llamada telefónica, si la pantalla está sucia, también lo estará nuestra cara.
Esto sí es el momento para sacar nuestros algodones del armario: aplica un poquito de alcohol al algodón y frota la pantalla del móvil. Quedará como nueva.
4. Baja tu crema facial del pedestal
Un error que muchas cometemos y que debemos evitar es «heroizar» un producto para la piel. Y es que, lo bien que funcione en nuestra piel no depende de la marca (y por ello el precio), sino más bien de los ingredientes que contiene.
Es decir, fíjate más en qué ingrediente es el que va bien con tu rostro. Por ejemplo, el ingrediente que suele ayudar más con el cuidado de nuestra piel, suele ser la vitamina C.
Por lo que, en vez de comprar esa crema tan cara que sabemos que funciona, intenta comprar una crema que esté más cerca de tu presupuesto y contenga el mismo ingrediente, en este caso, la vitamina C. Funcionará igual de bien, y podrás conservar ese riñón que tenías pensado vender.
5. «Limpiar en seco»
Este truco es bastante simple pero a la vez efectivo. Básicamente se trata de aplicar tu limpiador facial diario, pero sin agua. Esto te resultará raro al principio, pero de verdad que funciona maravillosamente.
Tómate al menos tus 30 segundos para realmente masajear bien el producto en la piel. Notarás un tacto pegajoso y extraño, pero es normal. Cuando notes que el producto de verdad se ha vuelto muy pegajoso e incluso un poco blanquecino, significa que ha llegado momento de activar el limpiador.
Para activarlo debemos mojar nuestras manos, y con las manos húmedas tendremos que masajear una segunda vez nuestro rostro. Una vez más, debemos dedicarle un ratito para que se active bien y sea efectivo. Luego, lava tu cara con agua, como siempre. Esta rutina hará que prestes más atención a tu limpieza facial, y además conseguirás erradicar bien la suciedad.
6. Cinta adhesiva para eliminar pieles sueltas
El último consejo, también bastante desconocido, es para quitar de una vez por todas esas pieles sueltas que podemos encontrarnos en el rostro. Seguro que te ha pasado que has querido exfoliar tu piel para deshacerte de estas pieles, pero no has podido eliminarlas del todo.
Un truquito perfecto para estas ocasiones es utilizar cinta adhesiva. Sonará raro, pero es lo más efectivo contra las pieles sueltas. Aplicas un poco de cinta adhesiva a la zona donde se encuentran dichas pieles, y voilà, ya no quedará ni una.
Además, es muy recomendable exfoliarte después de utilizar el celofán, ya que el producto penetrará mejor en tu piel, limpiándolo con mayor eficacia.
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