¿Eres de las que les encanta picar entre horas?¿tienes hambre constantemente?¿eso de comer solo un par de veces al día no es lo tuyo? No estás sola. Somos muchas las que a menudo sentimos que nos pasamos el día intentando saciar los ataques de hambre voraz. Si estás harta de sentirte así, echa un vistazo a este artículo. Te damos varias causas de este agujero en tu estómago.
Concéntrate en lo que comes
Estamos acostumbradas a las constantes distracciones mientras comemos. Ver la tele, utilizar el móvil… lo que sea menos centrarnos en nuestro plato de comida. Es lo peor que podríamos estar haciendo. Comienza a practicar el «mindful eating».
Presta más atención a lo que comes. Si comemos distraídas y con prisas no nos daremos cuenta de cuándo nuestro cuerpo nos dice que ya hemos tenido suficiente. Si pensamos en lo que comemos y en cómo lo comemos, seremos capaces de comer menos y más sano. Una alimentación más sana y consciente nos saciará más tiempo, y nos hará sentir mejor.
No bebes suficiente agua
A menudo confundimos la sed con el hambre. Parece mentira, pero ocurre la mayoría de veces que nos entra un fuerte antojo. La próxima vez que sientas ganas de saquear la nevera, bébete un par de vasos de agua. Verás que en unos minutos se te ha pasado el atracón.
Te faltan horas de sueño
Dormir suficiente es esencial para muchos aspectos básicos de nuestra salud. Tiene un millón de ventajas. También tiene mucho que ver con el hambre que sentimos. Cuando no dormimos lo suficiente aumentamos nuestra hormona del hambre, por lo que al día siguiente sentirás más hambre durante todo el día. Verás que si duermes más y bien tendrás menos ganas de comer.
Relájate
Un poco de estrés de vez en cuando no viene mal. Nos activa y nos mantiene ágiles. Sin embargo, el problema viene cuando sufrimos demasiado estrés. Esto puede ser increíblemente dañino para nuestra salud.
Además, el estrés causa un aumento de ansiedad, que a menudo hace que comamos más. También provocará en ti desequilibrios hormonales y aumento de peso. Intenta relajarte al máximo y no estresarte tanto. Tu apetito te lo agradecerá.
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