La dieta Keto se basa en un plan de alimentación alto en grasas y bajo en carbohidratos. El 75% de las calorías diarias se componen de grasas, el 20% de proteínas y apenas el 5% de carbohidratos.
Dicha composición desencadena un estado metabólico en el cuerpo conocido como cetosis: un proceso en el que se empieza a quemar grasa en lugar de carbohidratos para obtener energía porque no se está obteniendo una cantidad suficiente de estos últimos. De modo que, cuando el cuerpo no puede obtener energía de los hidratos, convierte los ácidos grasos en cetonas, que son una fuente alternativa de energía. Las cetonas reducen el apetito y estimulan la pérdida de peso, entre otras cosas, por eso esta dieta está ganando tantos adeptos.
La dieta Keto, sin embargo, tiene hasta 4 variantes: la dieta cetogénica estándar (menos de 50 gramos de carbohidratos netos al día), la dieta cetogénica cíclica (hasta 150 gramos de carbohidratos netos al día), la dieta cetogénica dirigida (como la estándar, pero con 30 gramos extra de hidratos netos al día) y la dieta Keto moderada (no más de entre 100 y 150 gramos de carbohidratos netos por día).
Los alimentos que puedes comer en la dieta Keto:
- Verduras: lechuga, col rizada, ensalada, aguacate, champiñones, apio, calabacín, tomates y rábanos
- Pescados grasos: salmón, caballa y sardinas, sobre todo
- Lácteos: mantequilla, huevos, queso y leche entera
- Cualquier tipo de carne
La fruta, por lo general, debe evitarse en esta dieta, pues tiene un alto contenido de carbohidratos. No obstante, se puede incluir una pequeña porción al día. Las frutas más recomendadas para la dieta Keto son las moras, las frambuesas y los limones, que pueden tomarse en limonada o exprimidos sobre las comidas (con el pescado o la verdura, por ejemplo).
Eso sí, en la despensa no pueden faltar los frutos secos y las semillas (chía, linaza, sésamo…) y el aceite de oliva o, si lo prefieres, de coco.
La gran pregunta es: ¿se trata de una dieta saludable? Los estudios sobre la dieta Keto son aún escasos, aunque ya se ha comprobado que, por supuesto, ayuda a perder peso fácilmente. Sin embargo, la pérdida de peso estará al principio muy relacionada con la pérdida de agua, ya que se reduce drásticamente la ingesta de hidratos de carbono. Uno de los puntos a su favor es que disminuye la sensación de hambre al producirse la cetona. Si no hay apetito, hay menos ganas de comer y, por consiguiente, una probable reducción de peso.
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