El día a día puede tener unas consecuencias nefastas para tu salud y el cuidado de tu aspecto. Ir corriendo a todos los sitios, estrés constante y mil y una obligaciones pueden hacer mella en ti. Por eso mismo te contamos algunos de los motivos por los que tienes que ir a un spa de forma casi obligatoria y cuanto antes.
La mejor forma de desconectar
Sin duda alguna, ir a uno de estos lugares de relax es la mejor forma posible de desconectar. Pero claro, entre masaje y masaje, baños fríos y calientes y la sauna, se te va a olvidar hasta qué era el estrés.
Por si eso no sonara suficientemente bien, lo más probable es que, además, disfrutes de la experiencia junto a un amigo o familiar (o varios). Lo que terminará no solo en relax, si no también en risas infinitas.
Reduce el estrés, mejora la circulación
Sí vas a un spa vas a volver a casa como en una nube, eso es seguro. Pero, precisamente gracias a eso, también vas a volver con una mejor circulación (aunque sea de forma temporal). Porque al estar más relajados tus músculos, tu sangre fluirá mejor.
Lo que notarás, sobre todo, porque tu piel estará muy bien hidratada y será más difícil que las temidas ojeras salgas a relucir después de dormir poco.
¿Quieres un detox? Pues tienes que ir a un spa
No solo de smoothies, verduras y comer poco van los planes detox. Y es que un masaje, además de dejarte nueva a nivel muscular (sí, adiós a ese dolor de espalda) también le dará alas a tu sistema linfático. Lo que se traduce en que tu cuerpo hará, sin que te des cuenta, una «limpieza de primavera».
Expulsando, poco a poco, un montón de toxinas y llenándote de serotonina y energía durante unos días. Algo que se traducirá en buen estado de ánimo, encontrarse muy bien y, sobre todo, no ponerse malo. ¿Qué más se puede pedir?
Saldrás con una piel brillante
Todos estos beneficios se traducen en que. prácticamente, llevarás una capa de maquillaje natural encima. ¿Por qué? Bueno, lo primero es que no te verás cansada, que ya supone un gran paso adelante. Además, tu piel estará más brillante y tersa.
Si eso no fuera poco, te sentirás más ligera y menos hinchada. De forma que no solo saldrás relajadísima mentalmente, si no que también te habrás sometido, sin darte cuenta, a un tratamiento de belleza. ¿A qué esperas?
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